Rodio: el metal precioso más raro y caro del planeta Tierra

Rodio: el metal precioso más raro y caro del planeta Tierra

En la víspera de Navidad de 1.800, el científico inglés William Hyde Wollaston y su colega Smithson Tennant desenvolvieron un regalo que habían adquirido ellos mismos. Era un trozo de mineral de platino casi puro, comprado de contrabando desde la colonia española de Nueva Granada en América del Sur (hoy Colombia) por 795 libras esterlinas (988,03 euros en 1.800, con un valor de 21.795,29€ en la actualidad).

Los dos tenían grandes esperanzas puestas en ese trozo de roca. Wollaston creía que podía crear un nuevo proceso químico que convertiría el mineral sólido en platino maleable. Pero lo que no sabía Wollaston, es que su roca escondía un metal nuevo y raro nunca antes conocido por la ciencia que es, hoy en día, el metal más valioso y precioso del planeta, el rodio, un elemento químico con símbolo Rh y cuyo número atómico es 45.

El rodio fue descubierto inesperadamente

Con su trozo de mineral de platino de contrabando, en unos pocos años Wollaston hizo lo que los científicos anteriores no pudieron. Logró un proceso químico que aisló el platino y lo volvió maleable.

Cuando el científico disolvió el mineral de platino en el laboratorio de su jardín, produjo un residuo soluble y no soluble. Después de precipitar la solución soluble, notó que quedaban sales rojizas. Las sales rojas no son típicas del platino, y Wollaston sospechó que había algo más presente en la muestra. En 1.803 y 1.804, Wollaston anunció que con la muestra de mineral de platino descubrió otros dos metales preciosos. A uno lo llamó paladio (Pd), y al otro, rodio.

¿Qué es el rodio?

Wollaston llamó al nuevo metal rodio, que tiene sus raíces en la palabra griega “rhodon” (rosa), debido a las sales rojizas que se disolvieron en el agua regia (el agua regia es un líquido humeante de color amarillo anaranjado, llamado así por los alquimistas porque puede disolver los metales nobles como el oro y el platino).

Los metales del grupo del platino (PMG’s), incluyen rodio (Rh), platino (Pt), paladio (Pd), rutenio (Ru), iridio (Ir) y osmio (Os). Tienen características similares y se encuentran con mayor frecuencia juntos en la naturaleza. Al igual que el oro y la plata, también son metales preciosos.

El rodio es un metal ultrabrillante y resistente a la corrosión que se ha vuelto útil en muchas industrias, incluidas las industrias automotrices, de joyería, química y eléctrica. La escasez y rareza del rodio y la gran demanda mundial debido a su uso en la fabricación de automóviles, hace que el precio suba considerablemente. Las nuevas regulaciones para emisiones más limpias en la industria automotriz, particularmente en China y Europa, son probablemente las culpables del aumento en el precio.

Hoy, el precio del rodio es de 13.148,24€ por onza. Compara eso con el platino a $901,03€/onza, el paladio a 1.753,20€/onza o el oro a 1.674,50€/onza.

Cuando se encuentra, nunca se encuentra en su forma pura. Más bien, casi siempre se recolecta como un subproducto minúsculo de la refinación de platino, cobre y níquel. Si quieres ir en busca de rodio, es mejor que cojas un avión a Sudáfrica, el mayor productor de rodio a través de las operaciones mineras masivas de platino del país. También puede encontrarse en las arenas de los ríos de América del Norte y del Sur, o en los minerales de cobre y níquel en Ontario, Canadá.

El rodio generalmente no es dañino (a menos que seas un joyero)

La gente ha estado extrayendo rodio como subproducto del platino desde la década de 1.930 después de que se encontraran grandes sedimentos de mineral de platino en el Transvaal en Sudáfrica. Desde entonces, nunca ha habido evidencia concreta de daño a los humanos, especialmente porque es muy poco probable que un humano entre en contacto directo con una cantidad sustancial de rodio.

Las pruebas en plantas indican que el rodio es el miembro menos tóxico de los PGM’s, pero debido a que es tan raro, no se han realizado pruebas en humanos. Sin embargo, cuando se inhala, el rodio puede ser peligroso, particularmente en la fabricación de joyas. Durante el proceso de enchapado (de rodio), hay vapores que pueden ser dañinos. Debido a este riesgo para la salud, se utilizan métodos de seguridad para evitar la inhalación.

El rodio mantiene nuestro aire más limpio y nuestras joyas más brillantes

¿Qué tenemos en común los humanos, los coches, las joyas y los chicles? La respuesta es: un poco de rodio.

Del rodio disponible, el 80% se utiliza en los catalizadores de los automóviles para limpiar las emisiones de escape. El rodio es excepcional para descomponer las moléculas de óxido nitroso, también conocidas como emisiones de NOx, el gas amarronado y venenoso que emiten los automóviles, camiones, barcos, plantas de energía y turbinas que funcionan con combustibles fósiles, entre otros. Aunque el impacto de las emisiones de NOx causa un daño irreparable a nuestros cuerpos y al ozono, sería mucho peor sin el rodio.

El rodio es un catalizador esencial para hacer reacciones de ácido nítrico, ácido acético o hidrógeno. También es un catalizador para hacer mentol, el sabor a menta del chicle. Debido a que es resistente a la corrosión y conduce fácilmente la corriente eléctrica, se usa como recubrimiento para fibras y espejos ópticos, reflectores de faros y materiales eléctricos.

Es más probable que los humanos encuentren rodio directamente en joyas brillantes. Los joyeros buscan rodio para usar en el proceso de fabricación de joyas porque es brillante, de color blanco plateado y muy duro, lo que puede ayudar a que las joyas sean más resistentes a los arañazos y la corrosión. También es hipoalergénico, lo que puede ayudar a personas alérgicas a ciertas aleaciones metálicas. Tampoco contiene rastros de níquel, por lo que incluso los usuarios más sensibles pueden estar seguros de que su muñeca estará segura con una pulsera con un baño de rodio.

No es el metal más fácil de trabajar

El rodio es extremadamente duro y tiene un punto de fusión muy alto a 1.964 °C, lo que lo convierte en un metal difícil de manipular para los joyeros. El rodio por sí solo es demasiado duro para la fabricación de joyas en general. Debido a esto, su uso más común es como recubrimiento sobre otras aleaciones metálicas, ya sea para ayudar a proteger contra las alergias o para mejorar el color de la joya.

Su lustre, brillo y durabilidad son ventajas definitivas de este metal raro, pero debido a que es tan difícil trabajar con él, su recubrimiento es delgado y se desgasta rápidamente. Por este motivo, los joyeros prefieren usar rodio en piezas que experimentan menos roces y desgaste, como aretes o collares, y recomiendan volver a enchapar las piezas cada uno o dos años.

Debido a que se necesita tan poco rodio para enchapar una pieza de joyería, es relativamente asequible. El precio de las joyas tiene más que ver con el diseñador, el metal base y la inclusión de piedras preciosas, que con el rodio en sí.

Gracias al descubrimiento del rodio por parte de Wollaston hace más de 200 años, podemos usar y manejar el metal más precioso y costoso de nuestro planeta.

 

Fuente: How Stuff Works

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